El modo subjuntivo aparece inducido por algún elemento gramatical que expresa la falta de seguridad en la afirmación que se va a realizar a continuación. Es, por tanto, el contenido de deseo, posibilidad, probabilidad, irrealidad, etc. el que impone que el verbo que aparece tenga que utilizarse en subjuntivo.

En la mayoría de los casos, los usos del subjuntivo se van a dar en oraciones subordinadas que dependen de un verbo cuyo significado va a pedir la utilización del subjuntivo. Todos estos casos los presentaremos en los próximos números. Ahora nos vamos a detener en algunas situaciones en las que el subjuntivo aparece en oraciones simples, motivado por la modalidad de la oración y por el tipo de elemento gramatical que introduce el verbo utilizado.
1. Imperativo negativo
Uno de los primeros usos del subjuntivo que aprenden tanto los estudiantes de español como segunda lengua como los niños que adquieren español como lengua materna es el imperativo negativo, que en español se hace utilizando la forma flexiva del subjuntivo.
No llegues tarde.
No me digas que lo sabías.
No corras tanto.
Es decir, el imperativo afirmativo tiene una forma de flexión del verbo especial para la segunda persona del singular y del plural: come (tú), comed (vosotros); canta (tú), cantad (vosotros). El resto de las formas de imperativo se componen utilizando la flexión del verbo en subjuntivo: el imperativo negativo, que acabamos de ver, y las formas de cortesía con usted y ustedes.
Pase usted.
Perdonen ustedes.
2. Estructuras de que + subjuntivo
La estructura más habitual es la de las oraciones simples que expresan deseo y que van introducidas por la conjunción que.
Que te vaya muy bien en tu nuevo trabajo.
Que te mejores.
Que tengas mucha suerte.
A veces también, estas mismas estructuras pueden señalar un mandato.
 Que te estés quieto (equivalente a estate quieto).
Que te portes bien (equivalente a pórtate bien).
3. Adverbios de duda y deseo que provocan la aparición del subjuntivo
Algunos adverbios de duda, como tal vez, posiblemente y quizá aparecen con mucha frecuencia acompañados de un verbo en subjuntivo.
Tal vez encuentres lo que estás buscando.
Posiblemente se acuerde de ti.
Quizá me vaya a trabajar a Alemania.

No obstante, estos adverbios admiten también el indicativo. Las diferencias de significado entre uno y otro son muy sutiles. Podemos decir que la utilización del subjuntivo aumenta la duda que expresa el adverbio.
Tal vez está en casa de su novia.
Posiblemente se ha olvidado de mí.
Quizá mi padre sabe donde encontrarlo.
4. La exclamación y los adverbios exclamativos
Tanto la exclamación como los adverbios exclamativos ojalá y así, que expresan además deseo, provocan la aparición del subjuntivo.
–¡Quién pudiera vivir cien años!
–¡Ojalá volvamos a vernos!
–¡Así le parta un rayo!

El adverbio así, con este uso que expresa deseo, se utiliza con muy poca frecuencia. Aparece básicamente en exclamaciones que expresan una maldición hacia alguien.
5. Peticiones con quisiera
La forma verbal quisiera aparece con cierta frecuencia en las peticiones. Es una fórmula de cortesía que atenúa lo que se va a decir. Es una manera de pedirle permiso a la persona a la que vamos a hacer la petición. Le da a la petición un aspecto más formal y más tímido. Con el subjuntivo, el hablante le está diciendo indirectamente a su interlocutor que no se atreve a hacer su solicitud.
Quisiera pedirte un favor.
Quisiera decirte algo muy importante.

  • Por Carmen Aguirre Profesora de Lengua Española en la Universidad Complutense de Madrid y coautora del curso de español online HABLA www.hablametodo.com