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Pesadilla en la cocina Alberto Chicote_cocina_br

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Es un lugar común1, un tópico2, una frase hecha3 y manoseada4. Casi produce vergüenza escribirlo pero, sí, lo siento… en ocasiones “la realidad supera a la ficción”. Por eso ya no vale con el entretenimiento, con las series, las películas o los documentales de naturaleza. La televisión se volvió ambiciosa y buscó un nuevo rumbo5 para convertirse en el retrato moderno, divertido y diferente de lo que pasa, de lo que somos, de lo que queremos ser… Lo llaman telerrealidad.

El concepto es tan viejo como el cine. La primera grabación de los hermanos Lumière en la primavera de 1895 mostraba a unos obreros saliendo de su fábrica tras una dura jornada de trabajo. Eran obreros reales, saliendo de una fábrica real, en la misma ciudad (París) en la que la película sería proyectada por primera vez. Y precisamente por eso, aquellas imágenes resultaban magnéticas y fascinantes, los protagonistas no eran personajes de cuento6, piratas, soldados o vaqueros. Los protagonistas eran gente corriente7, tan corriente como los espectadores que quedaban asombrados con cada pase8. Los propios Lumière no eran conscientes en aquel momento y tampoco parece que haya nadie demasiado interesado en destacarlo9 ahora, pero aquel 22 de marzo de 1895 no solo nacía el cine, nacía también eso que hoy llamamos telerrealidad.Ahora mismo hay cientos de formatos diferentes inundando las parrillas televisivas10 de medio planeta. Da igual si trata sobre una familia moderna viviendo en una cueva, un equipo de jóvenes promesas del deporte compitiendo por una oportunidad en la élite o una peluquera malhablada11 experta en reflotar negocios en ruinas… Todo es realidad, todo es reality show y son millones de personas las que se agolpan12 delante de las pantallas para seguir las aventuras de estos nuevos ídolos anónimos. Admito que tanta variedad resulta abrumadora13, pero para los que disfrutamos consumiendo y haciendo televisión, es también una fuente de diversión y entretenimiento inagotable14. Aunque los más innovadores son los holandeses y los que más producen son los estadounidenses, es en países de habla hispana como Argentina, Chile o España donde la telerrealidad tiene mayor aceptación e impacto cultural. Podríamos seguir teorizando un par de párrafos más sobre los orígenes y las consecuencias de este fenómeno, pero televisión es entretenimiento, y aquí lo entretenido es repasar15 algunos de los realities más divertidos que se han hecho en la última década.
 

AVENTURAS…

Como en las mejores producciones del Hollywood clásico, uno de los contenidos más emocionantes que se le pueden pedir a un reality es la aventura. Ver a personas ordinarias en situaciones extraordinarias, fantasear16 con la posibilidad de que un día seas tú, telespectador, el que se convierta en un auténtico superviviente17. Por eso ha triunfado en Argentina, Chile, Venezuela o España un formato extremo como Supervivientes, en el que una veintena de concursantes18 (famosos o no) conviven19 en una isla desierta durante dos meses compitiendo por ser el mejor Robinson Crusoe. El reality de aventuras tiene una variante llamada reality road, en la que los protagonistas compiten en parejas en una carrera agónica20 mientras recorren varios países. El más famoso es The Amazing Race, que en España ha conocido una versión igualmente espectacular bajo el título de Pekín Express.
 

CONVIVENCIA…

El más célebre de los realities de convivencia, el que cambió la televisión para siempre, es Gran Hermano. Emitido21 en más de 73 países, su éxito e impacto a estas alturas22 es indiscutible. Por eso yo recomiendo otros formatos más curiosos como Curso del 63, en el que una serie de adolescentes problemáticos se someten23 durante un verano a los rigores de un colegio español ambientado24 en 1963. En Chile se produjo también con éxito 1810, programa en el que 22 concursantes convivían en una hacienda con los recursos y condiciones que hubieran encontrado 200 años atrás. Y tanto en Chile como en España, además de en Perú, los espectadores pudieron disfrutar sometiendo a un grupo de celebridades a las penurias25 del mundo rural encerrándolos en una granja en Acorralados. La quintaesencia26 de la fantasía obrera, ver al burgués arando27 las tierras.
 

AYUDA…

En los últimos años, por la cuenta que le trae28, la televisión ha decidido sacar también su lado más solidario. Eso ha dado lugar a un nuevo subgénero, conocido como el coach o coaching show. Consiste en ayudar a alguien que tiene problemas y, de paso, entretener a una audiencia dispuesta29 siempre a empatizar con los desgraciados30. En España han funcionado muy bien formatos internacionales como Supernanny (la niñera milagrosa que ayuda con los niños rebeldes), El encantador de perros (como Supernanny… pero con perros) o incluso una propuesta tan arriesgada como Rehab (en España titulado sutilmente Soy adicto), en el que un equipo de psicólogos y terapeutas ayudaban a 12 pacientes a superar su adicción a las drogas, el alcohol o el juego. Pero los coach, como la vida, tienden a la frivolidad y ahora funcionan ideas más sencillas como Pesadilla en la cocina, en la que un cocinero de carácter31 (Gordon Ramsay en Reino Unido, Alberto Chicote en España) ayuda a reflotar negocios que están a punto de echar el cierre.
 

…Y AMOR

Pero seamos francos, ¿qué hay más gozoso32 que poder echar una mirada indiscreta a la vida sentimental de los demás? Un placer culpable, pero un placer al fin y al cabo33. En España hemos disfrutado de propuestas tan locas como Granjero busca esposa, cuyo nombre resulta definitorio34, pero ahora en media Europa y buena parte de América triunfa el formato francés ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Y, sí, tampoco en este se han dejado la vida buscando un nombre original (¡viva la obviedad!). Madres protectoras buscando novias perfectas para sus hijos solteros y, preferiblemente, tarados35. El mejor ejemplo de comedia involuntaria del mundo y una muestra más de esta telerrealidad; una realidad, otra, que sin el drama ni el rigor de los informativos36 consigue hacer un retrato más complejo, más completo y, sobre todo, más colorista de este mundo desordenado, loco y televisivo que nos ha tocado vivir. Afortunadamente…
 


Rueda Duque es guionista de TV y colaborador de la revista ELE Punto y Coma desde hace más de 10 años. Puedes encontrarle en Twitter como @weezermij