desde nivel B1 / política y sociedad / reportaje / Por Paloma Torrecillas

Europeos yihadistas
 

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La afiliación1 de muchos jóvenes españoles a las filas del Estado Islámico ocupa los titulares de numerosos periódicos en los últimos meses, pero estos jóvenes no son un caso aislado. Una ola de hombres y mujeres europeos están dejando sus países para luchar en Siria y apoyar al grupo terrorista ISIS que pretende llevar el Islam más radical desde Europa hasta Asia, pasando por todo el Magreb, uniendo así a todos los musulmanes bajo un mismo Estado. Ceuta y Melilla, dos pequeñas ciudades españolas situadas en el norte de África, son las áreas donde más personas han sido captadas por la red2 yihadista.

EL ESTADO ISLÁMICO

El Estado Islámico, también conocido como ISIS o Daesh, es una organización terrorista que surge en 2004 durante la guerra de Irak como brazo de Al Qaeda en este territorio. Sin embargo, en 2014, su líder Al Bagdadi se autoproclamó3 califa4 y declaró al Estado Islámico como una organización independiente de Al Qaeda. Actualmente se organiza como un Estado no reconoci-do y controla algunos territorios de Irak y Siria, situando su capital en Raqqa (Siria). Sus métodos y su ideología extrema son aún más brutales que los de los terroristas islamistas conocidos hasta ahora.

El Estado Islámico no parece tener problemas para pagar a sus soldados, conseguir material militar o repartir alimentos entre la población. Cuenta con una fuente importante de financiación5 gracias a la venta de petróleo6 en el mercado negro. A esto se suman las recompensas por secuestros7 y el dinero que van recaudando8 con impuestos9 en los territorios bajo su dominio, además de lo que obtienen extorsionando a los hombres de negocios o requisando10 sus bienes a las minorías confesionales11.

ISIS: PROPAGANDA GLOBAL PARA UN TERRORISMO MUNDIAL

Uno de los mayores peligros de ISIS es que su amenaza es global. No está limitada por fronteras y ha demostrado que puede cometer actos terroristas en cualquier parte del mundo, como observamos con la terrible matanza12 de doce personas en el semanario satírico francés Charlie Hebdo en enero de este año. Como nos cuenta Pablo Sapag, docente13 e investigador sobre propaganda terrorista, “la gran innovación del Estado Islámico es que el Estado Islámico no territorializa el islamismo, sino que actúa allí donde haya población musulmana. Y población musulmana hay en todo el mundo”.

Otro hecho que demuestra la globalización de ISIS es su propaganda, mensajes en perfecto inglés o francés, dirigi-dos a captar hombres y mujeres musulmanes que viven en países occidentales. Para ello utilizan las nuevas tecnologías, especialmente las redes sociales, donde lanzan14 vídeos con un discurso audiovisual muy actual y atractivo: “son vídeos cortos, son vídeos con poco texto, con un mensaje reiterativo y acompañados de efectos especiales, una gran producción, etc. Lo cual hace que sea atractivo”, apunta Pablo Sapag.

Además, según este investigador, el Estado Islámico “es una creación de la propaganda occidental, básicamente. Durante tres años, se ha estado alentando15 la violencia en Siria, llaman-do rebeldes moderados a gente que no era rebelde moderada, sino que desde el día uno tenían una agenda muy vinculada16 al islamismo radical; y en un Estado multiconfesional, como es Siria, querían imponer un modelo monoconfesional. Pues evidentemente la propaganda ni siquiera la tenía que hacer ni el Estado Islámico, la propaganda la han estado haciendo los medios de comunicación occidentales”. Los medios de comunicación no fueron conscientes de quiénes eran en realidad estos rebeldes: muchos eran terroristas. Además, Sapag dice que ese apoyo no solo ha sido político, diplomático y comunicacional, sino también logístico, financiero y militar. Este hecho ha con-vertido a Siria en un perfecto caldo de cultivo17 para el yihadismo.

Sapag advierte que la imagen que los medios de comunicación occidentales han dado sobre lo que estaba ocurrien-do en Siria o Irak es una inspiración para muchos yihadistas durmientes o potenciales que viven en Europa. Esa motivación es todavía mayor cuando, durante años, las cosas que hacen los yihadistas han sido presentadas por los medios de comunicación occidentales como algo positivo. Según Sapag, la rebeldía tiene una connotación más positiva que negativa y si a esa rebeldía se le pone el apellido de “moderada”, más aún. Muchas de las imágenes que estos años han ilustrado los acontecimientos en Siria proyectaban sin ninguna duda símbolos propios de Al Qaeda y otros grupos. Las locuciones18 que acompañaban a esos textos decían, sin embargo, que eran acciones de rebeldes moderados que luchaban por la democracia y la libertad. Esos men-sajes han servido de inspiración para los yihadistas potenciales en Francia y Europa en general. Por este motivo, a Sapag no le sorprendió el terrible atentado19 en la revista francesa Charlie Hebdo.

LA RECONQUISTA DE ESPAÑA: 

AL-ÁNDALUS

ISIS utiliza internet como principal medio propagandístico y de captación de adeptos20 a su causa. En septiembre de 2014 sonó la voz de alarma21 en España cuando lanzó un vídeo en la red donde daba un plazo de cinco años para reconquistar Al-Ándalus.

Al-Ándalus en árabe significa tierra de vándalos22; así es como se conocía el territorio bajo poder musulmán que durante casi ocho siglos (s. viii – s. vx) ocupó gran parte de la península ibérica. Fue un puente de unión entre dos mundos: oriente y occidente. En las calles de sus ciudades convivían musulmanes y cristianos dando lugar a una sociedad culta y avanzada. Esta civilización dejó en la península un gran legado23 cultural, artístico y científico que se ha mantenido hasta nuestros días.

José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores de España, afirmó en una entrevista al diario El País que la expansión de ISIS en el norte de África supone una verdadera amenaza24 para la seguridad nacional. Pero este no es el único problema, ya que decenas de jóvenes de nacionalidad española han viajado hasta Siria para unirse a las filas25 del Estado Islámico.

LOS JÓVENES ESPAÑOLES DE LA YIHAD

El Gobierno asegura que 70 españoles están actualmente combatiendo como parte del grupo terrorista ISIS en Siria e Irak. La mayoría son jóvenes, tanto hombres como mujeres, de entre 18 y 35 años pertenecientes a la segunda generación de inmigrantes musulmanes en España; es decir, fueron sus padres o abuelos los que migraron a nuestro país. Es curioso como entre las segundas y terceras generaciones de inmigrantes ya asentadas26 en los países de residencia se da un sentimiento generalizado de crisis de identidad y desarraigo27. Esto, sumado al problema del desempleo y a situaciones de marginalidad, forma el perfecto caldo de cultivo para las redes de captación yihadistas que les ofrecen una identidad nueva, salarios generosos y un territorio propio donde vivir. Pero los españoles que se unen a ISIS no son únicamente de origen musulmán. También existen los llamados conversos: jóvenes sin ninguna relación con el Islam que se convierten a su creencia y, más tarde, se afilian a organizaciones terroristas como el Estado Islámico.

El 70% de los detenidos durante 2013 y 2014 en España como parte de las redes de radicalización, reclutamiento28 y envío de yihadistas hacia Siria e Irak eran españoles. Según Fernando Reinares, investigador especialista en terrorismo internacional, hay una “españolización de la actividad yihadista”, que hasta hace poco era exclusiva de extranjeros residentes en territorio español.

Las posibilidades de difusión de los mensajes que permiten Facebook y Twitter han hecho que sean estas herramientas las favoritas de las redes yihadistas para captar nuevos adeptos.

Otro importante foco de radicalización son las cárceles. El especialista en terrorismo Fernando Reinares explicaba en la Cadena Ser que los predicadores29 yihadistas se centran en las cárceles porque allí se encuentran individuos especialmente vulnerables, porque carecen de vínculos familiares o no tienen un círculo de amistades suficientemente fuerte. A estos individuos “les ofrecen la posibilidad de estar más seguros dentro de la propia prisión y la posibilidad, además, de ofrecer un apoyo cuando se produzca el momento de la excarcelación30; es decir, incentivos selectivos que son muy atractivos, y que siempre acompañan a lo que es el proceso de adoctrinamiento”.

LA AMENAZA DENTRO DE ESPAÑA

Con el reciente atentado en París se ha puesto de relieve31 la facilidad que tienen los yihadistas para cometer actos terroristas en occidente. Por ello, tras el trágico suceso32, el Ministerio del Interior español decidió aumentar el grado de amenaza terrorista a tres, en una escala de uno a cuatro.

Pero España ya estaba en alerta desde el 11 de marzo de 2004, porque ese día tuvieron lugar los atentados de Al Qaeda en Madrid en los que murieron 192 personas. Desde ese momento se extremó la persecución del yihadismo en nuestro país. Sin embargo, esto no nos asegura que grupos terroristas islamistas no atenten aquí. Fernando Reinares invita a reflexionar a los estados europeos sobre sus programas de prevención de la radicalización violenta porque en su opinión han fracasado33.

De cara al34 futuro, una de las mayores amenazas la encabezan35 los “retornados”, españoles que se unieron al isla-mismo radical y que empiezan a volver a sus casas después de haber combatido en guerras como la de Siria o Irak. Sus ideas extremistas y su manejo de las armas los convierte en individuos especialmente peligrosos, como es el caso de los terroristas de París. Por ello, una de las principales cuestiones a abordar36 por parte de las fuerzas de seguridad es evitar que más jóvenes se afilien a las listas de ISIS y se adoctrinen bajo el islamismo radical.

Según el comisario jefe de la Brigada Central de la Comisaría General de Información, la mejor manera de frenar37 la afiliación a la yihad en España es la educación:  “Educación, con comunicación, mostrando realmente lo que sucede… Yo creo que en ese aspecto, la organización terrorista Estado Islámico o Daesh está haciendo una inversión38 muy fuerte en mostrar una idea romántica, una visión romántica, idílica, de la estancia de los combatientes en esas zonas de combate”.

España y la mayoría de países europeos han dado la voz de alarma, y los Gobiernos están trabajando para frenar el desarrollo de células yihadistas dentro de nuestras fronteras. Nos enfrentamos hoy a un problema global más que, como tantos otros, surge por culpa de la marginalidad y la falta de información. Por eso, las políticas también deberían orientarse a potenciar la educación multicultural para evitar posibles casos de islamofobia en nuestra sociedad, ya que son mayoría los musulmanes que penalizan estas acciones.

 

*Reportaje publicado en la revista ELE Punto y Coma

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