¡VIVA LA MÚSICA!

De todas las manifestaciones artísticas, la música es la que tiene más presencia en mi día a día, la que más me ayuda a sacar mis emociones, la que es capaz de llevarme de la apatía a la euforia en cuestión de segundos, y también tiene el poder de trasportarme a una época sin preocupaciones, a mí yo más joven. Entre los 21 y los 25 pasé mucho tiempo fuera de España, me hice amigos de distintas nacionalidades, compartí con ellos música en español y me sentí orgullosa de hacerlo, sobre todo, porque estaba acostumbrada a oír a la gente de mi edad decir “no me gusta la música en español”. Por suerte, esa generalización es cada vez menos frecuente. Años después tuve la oportunidad de volver a repetir la experiencia a través de Punto y Coma, pero reconozco que, consciente o inconscientemente, no le di a la música la importancia que se merece, y escribimos solamente en casos muy puntuales. Supongo que, al especializarme en periodismo cultural, necesitaba escuchar música por puro placer, sin tener que pensar en que después tendría que escribir sobre ella. La música forma parte de mi vida desde que tengo uso de razón y mi oído está educado en el rock americano, en el soul, en el folk y en el blues. Con 19 años me atrapó el flamenco y escuché a todos los grupos españoles que experimentaban con él y lo fusionaban con otras músicas. De hecho, llegué al jazz a través del flamenco y del son cubano, otro de mis referentes.

Después de cerrar este número tan musical, creo que Punto y Coma tiene una asignatura pendiente: difundir la obra de músicos hispanohablantes que merecen ser escuchados para su disfrute y para ayudarnos a profundizar en la cultura y la realidad sociocultural de sus países. La música es, además, un gran recurso para practicar un idioma. Trabajamos la comprensión auditiva, aprendemos y reforzamos la adquisición de nuevo vocabulario por medio de la repetición, practicamos estructuras gramaticales que se usan en el lenguaje coloquial… Las canciones son un recurso valiosísimo porque además tienen un componente emocional que ayuda a afianzar en nuestra memoria lo que hemos aprendido.

Reconozco que he disfrutado especialmente escribiendo sobre El Madrileño, de C. Tangana, y eligiendo los discos de fusión que me parecen más relevantes para la historia de la música en español. Como aficionada a la música, C. Tangana merece todos mis respetos. Está dentro del mainstream, sí, pero ha tenido la habilidad de llamar la atención de muchos aficionados a los ritmos latinos y a músicas más minoritarias. En el equipo hemos disfrutado muchísimo con la edición 91 de Punto y Coma, más relajada que de costumbre porque estamos en verano y llevamos más de un año de pandemia. Nos lo merecemos. Ojalá disfrutéis mucho escuchando a los artistas que se encuentran dentro de estas páginas: C. Tangana, Maria Arnal y Marcel Bagés, Rigoberta Bandini, Bebo Valdés, Eliades Ochoa, Buena Vista Social Club, Juan Perro, Kiko Veneno, Diego El Cigala, Manu Chao, Amparanoia, Raimundo Amador, Enrique
Morente, Camarón…

Clara de la Flor (jefa de redacción)