FORMAS DE QUEJARSE Y CONSOLAR – I
Vamos a ver qué expresiones usamos para conseguir algo, dar órdenes, ser educados y corteses, dar consejos, en general, lograr lo que queremos o conseguir nuestro objetivo hablando con otras personas. Esto nos acercará también a la cultura de los pueblos que hablan español, a no meter la pata (equivocarnos) y evitar malentendidos. Empezaremos por una actividad muy frecuente en todas las culturas: quejarse.
Quejas generales
A veces simplemente queremos expresar que no estamos bien, tanto a nivel anímico y práctico como físico. En este caso podemos usar las expresiones que te mostramos y señalamos en negrita.
Últimamente las cosas no me van nada bien.
Hace unos días que todo me sale mal.
No sé qué me pasa, que no me encuentro bien. = Mi estado físico es malo.
Lo estoy pasando fatal.
Si últimamente solo nos pasan cosas malas, podemos usar la siguiente expresión:
Tengo una mala racha.
Y si la mala racha (período prolongado de mala suerte) persiste, y durante meses todo va muy mal, podemos usar esta frase hecha coloquial:
Parece que me ha mirado un tuerto. = Tengo muy mala suerte desde hace tiempo.
Por último, si realmente estamos muy mal en todos los aspectos, podemos utilizar una de estas expresiones:
Tengo muchísimo trabajo, no puedo más.
Esta excursión es demasiado larga, estoy al límite de mis fuerzas.
Quejas concretas
Ahora veremos las fórmulas más frecuentes para quejarnos de algo concreto. Las estructuras que más usamos son las siguientes: estoy harto/a de + nombre, estoy harto/a de que + oración en subjuntivo; no aguanto + nombre, no aguanto que + oración en subjuntivo; oración que expresa algo malo seguida de y lo llevo muy mal.
Estoy harta de mi jefe, no lo aguanto.
No aguanto mi trabajo, no aguanto que me griten y me traten mal.
Mi hija no me habla, y lo llevo muy mal.
Si las molestias son continuas, usamos la perífrasis no parar de + infinitivo:
Mi jefe no para de criticarme.
Ver entrada relacionada: FORMAS DE QUEJARSE Y CONSOLAR – II